Carta del presidente Hipólito Mejía al director del diario El Caribe
Ex Presidente de la República Dominicana
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Santo Domingo, D.N.
25 de abril2013
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Señor
Director del diario El Caribe
Ciudad.
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Señor
Director:
Al
leer esta mañana el periódico bajo su dirección confirmé la animadversión que
existe en ese órgano contra mi persona, esa fue la razón que me impulsó a
someterlo a la acción de la justicia, como responsable de la publicación
difamatoria contra la declaración imprudente y mentirosa del senador Wilton Guerrero,
publicada por Usted con la mala fe y el encono que lo caracteriza.
El
titular sensacionalista con que fue tratada la conversación que sostuve con mi
viejo amigo y compueblano José Ramón (Monchi) Fadul, es propio de quienes
tienen un interés marcado en dañar.
A lo
largo de mi vida pública y en mi desempeño como empresario, he sido una persona
(un hombre) que se caracteriza por la transparencia, por actuar con claridad en
todas sus acciones.
Cuando
recibí la llamada telefónica de mi amigo, el Ministro de Interior y Policía,
quien me solicitó visitarme para conversar, le manifesté mi disposición de
acudir a su oficina, como en efecto hice.
Dado que
mucha gente, debido a lo agitado de la vida actual, solo lee los encabezados,
la presentación de lo que es una legítima noticia con titular como el
publicado: "Fadul llamó a Hipólito a su despacho por las protestas"
es una clara insinuación dirigida a que se entienda como que el Ministro de
Interior y Policía me llamó para interrogarme con relación a violaciones del
orden.
Como
hombre de ley que soy, ni acostumbro auspiciar ni mucho menos aliento protestas
violentas, pero siempre estaré junto al pueblo en lo que es el reclamo pacífico
y ordenado por la satisfacción de sus justas demandas de bienestar: Ese es un
derecho irrenunciable que siempre ejerceré.
Señor
Director: La práctica del periodismo no otorga una patente de corso para jugar
con la honra de las personas ni mucho menos convierte al periodista en un juez
inapelable.
Recuerde
que los diarios dejan de recibir el favor del público, cuando se pierde la
confianza en el tratamiento de las noticias y en la veracidad de las mismas.
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Hipólito Mejía Domínguez
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