Única respuesta a César Medina
La adicción al poder, en este país, históricamente, todo lo deforma
Si el destino de mi escritura fuera
responderle a gente como usted, el descalabro espiritual que ello
significaría haría de mi vida un asco. Yo sé quién soy (como le gritaba a
Sanzón Carrasco Don Quijote de la Mancha, cuando aquél lo arrojó al
suelo tratando de hacerle volver a la cordura), pero también sé quién es
usted. Y ni sus millones, ni su manejo de los medios, ni su influencia
en Leonel Fernández, quien es para usted la suma de todas las virtudes
posibles, son poder suficientes para descalificarme.