Estoy
de acuerdo con una huelga nacional, de ciudadanos y ciudadanas, desde el más
pequeño hasta el más grande, desde el más rico hasta el más pobre, para no
pagar impuestos hasta tanto el gobierno no enfrente la corrupción y termine con
los privilegios de funcionarios, familiares, amigos y relacionados. (En sus
bolsillos se llevan más de cien mil millones de pesos todos los años)
Lo
que pagamos impuestos directos e indirectos no recibimos beneficios en obras de
bien social. El dinero no se usa en hospitales, escuelas, viviendas, energía,
seguridad social y ciudadana. Nuestro dinero lo vemos en vehículos de lujo,
helicópteros, aviones, yates, apartamentos en torres millonarias, casas de
veraneo ubicadas en los centros turísticos más caros, viviendas en Estados
Unidos y hasta en Europa, cuantas bancarias millonarias en pesos y en dólares,
tanto en el país como en el extranjero.
Nuestro
dinero se utiliza para financiar los viajes en primera clase de las
esposas, hijos y amantes (las Yuleidy) de los funcionarios.
Los ciudadanos pagamos sus cuentas millonarias en los restaurantes.
Gracias
a nuestros impuestos los funcionarios viven como príncipes. Todo le sobra, nada
le falta. Llegan pobres a los cargos. Salen podridos en dinero.