domingo, 26 de octubre de 2008

EMPRESARIOS



Empresarios de Herrera dicen bancos deben flexibilizar acceso al crédito del sector productivo



Por Tomás Cordero


SANTO DOMINGO .- El presidente de la Asociación de Empresas de Herrera (AEIH) consideró imperativo que el sistema bancario del país eficientice sus operaciones para que el margen de intermediación se reduzca y el acceso al crédito del sector productivo sea menos gravoso
El empresario Manuel Cabrera en una nota distribuida a los medios de comunicación, afirmó que en todas las circunstancias, con tasas de interés bajas o altas, la banca dominicana funciona con un “spread” raramente verificable en otro países debido a su amplitud.
Dijo que con márgenes de intermediación de 11% a 12% -probablemente inexistentes en otras economías con las que República Dominicana compite- los bancos no pueden ser eficientes financiado la producción o haciendo sostenible el fortalecimiento de la economía real.
Cabrera advirtió sobre lo irresistibles que resultan los altos intereses que cobran las instituciones bancarias por consumo a través de tarjetas de crédito, un medio de pago utilizado por pequeñas y medianas empresas, a las que se les hace prácticamente imposible el acceso al crédito destinado a la producción.
Cabrera precisó que con tasas de interés anuales que sobrepasan el 90%, los trabajadores de las empresas y la clase media –uno de los sectores que más consume- se ven ahogados en su cotidianidad económica al tratar de financiarse con tarjetas de crédito.
Este reconoció que el negocios de las tarjetas de crédito tiene implícitos notables niveles de riesgo, Cabrera manifestó que el costo del financiamiento por esa vía es en el país uno de los más altos del mundo.
En ese contexto, el dirigente empresarial llamó a la banca a reinventarse para hacerse más eficiente y ofrecer productos novedosos, inteligentes y menos costosos para el crecimiento de la economía, de las empresas y, en consecuencia, del empleo.
“Si queremos activar la economía hay que reducir el margen de intermediación. Si exigimos eficiencia al sector productivo, debemos exigírsela también a la banca y pedirle que tenga productos eficientes”, apuntó el dirigente empresarial.
Sostuvo que, en definitiva, hay que ir hacia una reforma de los costos de operación de las entidades del sector financiero porque, desde su punto de vista, el costo del dinero es un componente que, conjuntamente con el ineficiente y caro servicio eléctrico, saca al país de competencia.
Entiende que los bancos les conviene que la economía las empresas sea cada vez más competitivas, pues esto implica un mayor volumen de negocios, carteras de crédito crecientemente sanas y, en consecuencia, incremento de los dividendos.
“Siempre hemos contado con la banca como un sector aliado, es un aliado estratégico de la competitividad, por lo cual necesitamos que reduzca el margen de intermediación y se haga más eficiente junto a nosotros”, concluyó el presidente de la AEIH.

QUE EL GOBIERNO ESCUCHE


El retardo en un plan de austeridad prolongará la restricción del crédito
Industriales piden al Gobierno no esperar más para reorganizar el gasto

Aunque el precio del petróleo desciende esa no es la panacea para resolver los problemas del gasto público, signado por la falta de priorización, los subsidios generalizados y otras transferencias corrientes en un Estado que se agiganta cada vez más.


SANTO DOMINGO.- La Asociación de Empresas Industriales de Herrera (AEIH) hizo un dramático llamado al Gobierno para que reduzca y reoriente, de una vez y por toda, el gasto público ante el peligro de un déficit fiscal que se acerca a los RD$65,000 millones, mientras las recaudaciones comienzan a caerse a causa de la desaceleración de la economía.
El presidente de la organización empresarial, Manuel Cabrera, consideró que anclarse en la idea de que ya lo peor de la crisis pasó –en referencia al desplome financiero internacional y sus efectos globales- impide reconocer que mientras los agentes económicos se restringen, el Gobierno sigue “ofreciendo señales de un rico derrochador, con mucho dinero para gastar”.
Advirtió que en la misma medida en que se retarde la aplicación de un verdadero plan de austeridad en el Gobierno, será más prolongada la política monetaria restrictiva, de la que se derivan la escasez de crédito y el alto costo del dinero para la producción, el comercio y las demás actividades de la economía.
En ese sentido, el presidente de la AEIH propuso suprimir los puestos innecesarios que se han creado en la burocracia estatal, como las decenas de subsecretarios y subdirectores que pululan por las instituciones públicas sin tener asientos ni funciones específicas. “Este es un momento en que el Estado debe operar con la burocracia estrictamente necesaria”, sostuvo el dirigente empresarial.
Indicó que, aunque el precio del petróleo desciende esa no es la panacea para resolver los problemas del gasto público, signado por la falta de priorización, los subsidios generalizados y otras transferencias corrientes en un Estado que se agiganta cada vez más.
Manifestó que pese a que, probablemente, los nombramientos innecesarios tienen un peso mínimo sobre la composición del gasto, lo preocupante es la señal que se envía, porque da la impresión que el único ente boyante es el Gobierno, aunque la economía en general está afectada por falta de iliquidez.
Asimismo, planteó reevaluar los proyectos de inversión de capital, para asumir sólo aquellos que sean necesarios, dentro de la lista de obras prometidas para el próximo año por el presidente Leonel Fernández. También, seguir trabajando con la reversión o la focalización de los subsidios que se llevan una alta proporción de los ingresos del Gobierno.
El presidente de la AEIH propuso retomar la ley de austeridad –pero esta vez con la determinación de cumplirla a cabalidad- , concertar con los sectores productivos un plan para reactivar la producción y decidir un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
A su juicio, el primer paso para enfrentar un problema es reconocerlo y en la presente coyuntura –en que las cuentas del Gobierno acusan no sólo un déficit fiscal, sino un faltante en caja- esa debe ser la tónica.
“El retraso en los pagos a los suplidores, las deudas acumuladas con el sector agropecuario y el recrudecimiento de la crisis en la industria eléctrica son señales claras de que hay problemas en las finanzas públicas, por lo cual “ya llegó el momento de reconocer la realidad y no tapar el sol con un dedo.”