Por Luis Orlando Díaz Vólquez
Crece el repudio en las masas del Partido
Revolucionario Dominicanos que han visto frustradas sus aspiraciones de llegar
al poder junto a su candidato en las pasadas elecciones, culpa de las acciones
traicionera del presidente de la organización, quien no conforme se pasea de
manera burlesca tratando de concitar apoyo en la militancia en comunidades
locales y del exterior, donde no ha conseguido más que repulsión de las
mayorías indignadas ante tal ignominia.
Lo más burdo es que hoy, el presidente del
PRD y sus conmilitones, en los que prevalecen
“non santas” intenciones sobre el liderazgo sano y la racionalidad, se enrolan en una nueva campaña
que busca dejar sin capacidad opositora, medradas sus bases a lo mínimo,
atomizadas y finalmente destruido al poderoso PRD, con, precisamente, los
agentes del Partido de la Liberación Dominicana con quienes se alió, bajo las
órdenes de Leonel Fernández, presidente de esa organización y su jefe político
e ideólogo de tal despropósito y opacidades contra la democracia, el PRD y el
pueblo dominicano.