Fulgurazos
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El pueblo apestado ha cedido por resignación todos sus principios
UNO
Ustedes tendrán que perdonarme, pero, ¿esto es un país? Las cosas que ocurren entre nosotros deberían provocar una carcajada universal, sino fuera porque el pueblo apestado ha cedido por resignación todos sus principios. Un (ex) ministro de Obras Públicas firma una concesión de arrendamiento de los peajes de la autopista Duarte y 6 de Noviembre, y le otorga 70 millones de dólares para la inversión inicial a una compañía llamada Dovicon.
Además, rubrica la responsabilidad del Estado de asumir los déficit estimados en la carretera de Samaná, si no pasan la cantidad de carros estipulados en el contrato, a través de un “peaje sombra” que es una verdadera estafa. 2,100 millones de pesos tuvimos que entregarle a esos jorocones de Dovicon, y como somos tan pobres ese hecho vergonzoso equivale a tomarle la sopa a un tuberculoso.
Pero nadie dice nada, ninguna autoridad competente investiga. Los fiscales no se han dado por enterados. El ministro de Obras Públicas actual, Gonzalo Castillo, le pagó a Dovicon 135 millones de dólares del pueblo dominicano, y deshizo el contrato. Pero no dijo nada.