La
última querella presentada por Guillermo Moreno contra el expresidente
Leonel Fernández, señala a la Fundación Global Democracia y Desarrollo
(FUNGLODE) como prueba de delito.
La
querella plantea que FUNGLODE ha sido utilizada para lavar dinero
proveniente de actos de corrupción, así como beneficiaria del tráfico de
influencia ejercido por Fernández durante sus 12 años de gobierno.
El
diario digital 7 días.com.do publicó que la conocida fundación ha
iniciado una campaña publicitaria con el eslogan “Yo soy FUNGLODE”, para
evidenciar los beneficios arrojados por el trabajo de la entidad, así
como la calidad de sus acciones.
Dudo
que en la República Dominicana exista alguna persona que cuestione la
calidad de los trabajos realizados en FUNGLODE, así como la de su
personal e invitados. Tampoco se podría poner en discusión que
centenares de personas, sobre todo empleados públicos, se beneficiaron y
se están beneficiando de capacitaciones de alta calidad y de becas que
les han permitido ir a formarse fuera del país.
Por
tanto, FUNGLODE no necesita convencer a nadie de esto. Lo que si
necesita la fundación es una política de transparencia, que le permita a
la sociedad dominicana examinar el origen de sus fondos, así como el
destino final de estos.
¿Ha
sido utilizada FUNGLODE como una lavandería? ¿Se ha beneficiado del
tráfico de influencias realizado por Leonel Fernández mientras era
presidente de la República? Esas son las preguntas que tendría que
responder la campaña publicitaria que tiene FUNGLODE en carpeta.
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