19 de septiembre de 2012. Por Luis Orlando Díaz
Vólquez*
Orlando Díaz |
Santo Domingo.-Con especial énfasis en el déficit que
tiene sector eléctrico y el descalabro fiscal, el Fondo Monetario Internacional (FMI) dice
la situación fiscal en RD “es difícil”, al referirse al
desequilibrio en que dejó el ex presidente Leonel Fernández la economía del país.
Przemek
Gajdeczka, encabeza una misión
del FMI que visita la nación para
diagnosticar las condiciones reales de la situación económica que el gobierno esconde,
a la víspera de un nuevo acuerdo que supondrá dolorosos ajustes fiscales que
ahondarán las ya precarias condiciones
de vida de los ciudadanos, fruto de la errada política económica basada en el
dispendio, corrupción administrativa y un desbordado endeudamiento que ha
disparado las alarmas y desmontado la supuesta bonanza económica que el líder y
ex gobernante del Partido de la Liberación Dominicana difundió mediáticamente.
“No es fácil” dice Gajdeczka al conocer los números cuya realidad dista
mucho de la satisfacción que dijo, el 26 de julio de esta año, Fernández sentir,
cuando señaló que “ya estamos trillando
en la República Dominicana un camino donde se puede combinar
prosperidad económica y bienestar social con absoluto respeto a las libertades
públicas y a los derechos fundamentales”, al ponderar la reforma
constitucional que impuso al país y al dar por descontado que su política
económica generaba bienestar, como si pasos adelante no se aclararía la verdad
tras los maquillajes de cifras en el Banco Central para mostrar abultados
crecimientos económicos y esconder el efecto nocivo del excesivo endeudamiento
por el que arrastraron al país.
Danilo Medina, actual gobernante y prominente miembro del PLD, cooptado y
parido por el cártel de ese partido que con “non santas” maniobras con el
erario lo puso en el cargo, enfrenta el reto de cerrar un hoyo fiscal de un 5
por ciento del Producto Bruto Interno, cuando los ingresos del gobierno sólo
rondan el 2 por ciento.
Magos de la acumulación originaria, la cúpula peledeísta ha quedado casi
intacta en este nuevo gobierno, como garantizados sus métodos para la
continuidad del boato, del que no sólo han hecho cultura, sino no que con un
andamiaje estructural controla todos los poderes del Estado, impunidad de su
accionar con las Altas Cortes a su favor y como si fuera poco, con la capacidad
sucesoral asegurada si fallare el Ejecutivo.
Con la experiencia de cinco paquetazos fiscales para pagar la corruptela,
los desequilibrios financieros y engordar sus bolsillos, el oficialismo impondrá
a los contribuyentes una sexta reforma impositiva, la mayor de la historia de
la nación, de funesta repercusión en el aumento de la pobreza y el desempleo.
Ante tal amenaza, queda a prueba el masoquismo y la capacidad de ser timado nueva vez el pueblo
dominicano.
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