martes, 18 de diciembre de 2007

¿Qué suerte tiene este funcionario?





Rodríguez Pimentel, entre tragos y bocadillos, mientras desaguaban Tavera




Desde antes de la medianoche del martes 11 de este mes, en el momento en que técnicos del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDHRI), desaguaban la presa de Tavera, en Santiago, el director de la entidad, ingeniero químico Héctor Rodríguez Pimentel, compartía con amigos entre tragos y bocadillos en el restaurante “Rancho Steak House” de la Feria Ganadera.O sea, mientras el flamante funcionario y responsable del desagüe tomaba este “realease” y se esparcía, botando el “strees”, centenares de infelices de los barrios santiagueros Nibaje, Dolores, Libertad, La Joya y Baracoa, sufrían los embates de 5 mil metros cúbicos de agua por segundo.Los reclusos de la cárcel de Rafey, hombres y mujeres, fueron evacuados a la carrera para la Fortaleza Fernando Valerio, por la amenaza de que perecieran ahogados.Quienes tuvieron la suerte de escuchar los tardíos alertas a través de los altoparlantes de las autoridades del INDHRI, tomaron los escasos botes de la Defensa Civil y del Cuerpo de Bomberos que acudieron a rescatarlos.“Por primera vez las aguas del Yaque del Norte llegaron a la calle 19 de Marzo”, exclamó unos de los damnificados sobrevivientes contemplando con ojos desorbitados el mar de agua que se les venía encima.“Algo humano falló, no se qué, pero algo humano no actuó bien”, afirmó el arzobispo Ramón Benito de la Rosa y Carpio al hablar de las responsabilidades en el manejo del desagüe de la presa de Tavera.Rodríguez Pimentel, con aire despreocupado, sorbía tragos y comentaba animadamente las novedades del día que trajo consigo la tormenta subtropical Olga.“Todo está bajo control”, llegó a decir, con propiedad y seguridad, entendiendo que ya los técnicos habían tomado las providencias para evitar mayores contratiempos.La contundencia de las cifras en víctimas y daños materiales desmintieron luego la coartada del recién estrenado funcionario: 31 muertos en Santiago, 47,697 personas desalojadas y reubicadas en casas de amigos y parientes; y en refugios 13,908 para un total de 61,605 personas desplazadas.De inmediato comenzaron los cuestionamientos acerca de la idoneidad y capacidad de Rodríguez Pimentel en el cargo, quien, entre sus muchos méritos, es reconocido como todo un pancracista de la política local.Como hábil trapecista ha saltado desde el Partido Reformista hacia el PPH de Hipólito Mejía, en cuyo gobierno logró el codiciado consulado dominicano en Puerto Príncipe, Haití, y ahora, por esas maromas del quehacer político, lo encontramos colgado del importante INDHRI. Este cargo logró incluirlo en su currículo a cambio de sonsacar dirigentes y militantes de las filas del PRSC para nutrir las hordas de la reelección del presidente Leonel Fernández.Mientras el hacha va y viene, Rodríguez Pimentel, similar a otros funcionarios que han mostrado ineptitud para bregar con tormentas, permanece tranquilamente en su despacho.

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