viernes, 28 de diciembre de 2007

Paz a sus restos



Gran pesar en sepelio restos de doña Chucha


Fue sepultada este mediodía en el cementerio Cristo Salvador de Santo Domingo Este, la misionera María de las Nieves Sierra (Doña Chucha).

Falleció a los 93 años, a las 1:30 de la madrugada de ayer. Sus restos fueron velados hasta las 4:00 de la tarde de ayer en el hogar “Doña Chucha” de la calle Caonabo de Gazcue, y luego trasladados al salón Dorado de la Funeraria “Protectora La Altagracia” de la avenida Bolívar.

Los despojos de Doña Chucha, a las 10:00 de esta mañana, fueron trasladados desde la funeraria La Altagracia a la parroquia Don Bosco, donde se realizó una eucaristía, y de allí partió el féretro hacia el camposanto Cristo Salvador.

La señora Sierra padecía de osteoporosis muy avanzada y del mal de Alzheimer. Tenía varios meses en cama.

A Doña Chucha le sobreviven dos hermanos, Próspero y Adolfo, este último reside en Venezuela, pero está en el país pasando las navidades.

En el hogar Doña Chucha hay 88 niñas con edades entre 6 a 15 años.
Ante los restos de la dama, pasaron cientos de niños y niñas que fueron educados, así como artistas, comediantes, empresarios, comerciantes, funcionarios del Gobierno, que de una manera y otra colaboraron con el sostenimiento del hogar Doña Chucha.

Luz María Matos, directora de las misioneras parroquiales “María Auxiliadora”, a la cual perteneció la extinta dama, señaló que el trabajo que realizó Doña Nieves perdurará por siempre, porque vivía y dio el amor.

“Para nosotros y para los niños Nieves no se ha ido, ella sigue en nosotros, porque sus recuerdos perdurará para siempre, porque lo único que nos dio fue amor, humildad, generosidad, alegría, dinamismo y entusiasmo”.

En tanto, la directora ejecutiva del hogar, Escolástica de León Araujo, sostuvo que las misioneras seguirán la labor que le dejó Doña Chucha, y espera que las instituciones públicas y privadas que ayudaban al albergue, sigan haciéndolo sin temor para que este continúe adelante.

Don Próspero Sierra, hermano de Doña Chucha, expresó tristeza por la partida de su única hermana. “ Fue mi madre y hermana, mi esperanza es que las misioneras que quedan al frente del albergue continúen la misma labor de Nieves”.

Melania Rodríguez de García, quien ingresó al hogar Doña Chucha a los 6 años, dijo que salió de allí a los 22, casada por la ley y por la iglesia. “Ella fue todo para mí una excelente madre, insuperable. Allí aprendí a ser madre, esposa y lo que se, me lo enseñó ella”.

“Para mí significó lo más bello y grande que pueda haber en una persona, pues Doña Chucha era una persona llena de amor, de humildad. Creo que no puede haber otra madre, aunque no tuvo hijo, pero era entregada y abnegada con los niños y niñas que estuvieron a su cuidado”, agregó.

No hay comentarios: