miércoles, 17 de abril de 2013

Levantémonos

 
Imagen de Nélsido Herasme
 
Por: Nélsido Herasme
Como todas las organizaciones de base, la Fundación Villa María-Mejoramiento Social (Funvimameso) se abre paso al caminar, haciendo el esfuerzo del nadador, que en un mar de aguas turbulentas no desmaya, chapalea y extiende sus brazos hasta alcanzar la meta.
Funvimameso es el malabarista que, a pura concentración, lucha por mantenerse en la cuerda por tiempo indefinido.

Es el pequeño garrochista que para lograr el premio tiene que dar el salto del gigante. Es el corazón de Villa María y Mejoramientos Social que quiere mantener su latido en el cuerpo de su comunidad.
Es el niño que, con sus manos extendidas pide pan para repartirlo entre los pobres de solemnidad.
Sus limitaciones y sus escasos recursos impiden a esta entidad emprender el vuelo definitivo y alcanzar sus objetivos estratégicos.
Sin mucho esfuerzo y en el marco de un maravilloso compartir cristiano, Funvimameso logró juntar en su local, de la Juana Saltitopa, en el Distrito Nacional, a todos sus miembros y amigos, quienes de forma voluntaria, desde sus casas decidieron traer el almuerzo del día y para venderlo a precio justo para que la organización obtuviera unos recursos, que le permita seguir respirando por su comunidad, no solo pan, sino salud educación y recreación sana.
Aquello fue emocionante, la confusión se apoderó de los presentes; la alegría y los cuentos estuvieron a la orden del día; los abrazos y los saludos de gente que una vez vivió en el barrio eran de rostros impregnados de satisfacción, mientras otros, que por casualidad cruzaban por el lugar, se quedaron, compraron comida y se llenaron hasta más no poder. Con la música y la degustación se movió la cintura hasta el cansancio.
Esa es la mística y la visión de una entidad que practica la nobleza y con afán, tesón y ardor trabaja y lucha para que el barrio alcance su verdadero desarrollo.
Funvimameso, consciente de que en el barrios también se dan las flores, lucha para que la gente se acerque al pastel, las familias vivan en techos dignos y los niños vayan a la escuela; los jóvenes a sus espacios de recreación y todos tengamos acceso a los servicios de agua, luz, salud y saneamiento. Funvimameso ha encendido el pebetero del amor, el cual no quiere que por falta de recursos y diligencias su llama se apague en el barrio de Villa María.

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