Por: Melvin Mañón
La expulsión del PRD de Hipólito Mejía y
Andrés Bautista instrumentada por Miguel Vargas es la continuación necesaria de
la crisis promovida, desatada y gerenciada magistralmente por Leonel
Fernández.
¿Qué está pasando aquí?
Dado que Leonel sigue siendo el dueño
del Tribunal Superior, de la JCE y de todas las demás cortes que, sin serlo,
denominaron “altas”, está procediendo, con rigor implacable, a ejecutar el plan
maestro de apoderarse del PRD via Miguel Vargas, antes de lo previsto.
Originalmente, el conflicto dentro del PRD debía prolongarse en el tiempo para
así profundizar el daño, acentuar la incapacidad de ese instrumento político y
sobre todo, para crear una situación que, de cara a las elecciones del 2016, no
pudiera ser resuelta ni enmendada con una solución de último
minuto.
El estilo inconfundible de Leonel está
presente en la forma atropellada en que la gente de Vargas convocó un tribunal
disciplinario presidido por esa figura egregia que es Fiquito Vásquez e
integrada por un cortejo de insignificantes y la forma aun más atropellada en
que fue conocido el caso y decidido el resultado que estaba pautado de
antemano. Lo que hizo ese consejo
nacional de disciplina, por instrucciones de Leonel, es exactamente igual a las
otras medidas y decisiones que desde el gobierno implementó entre 2011 y 2012
contra el PRD. Lo que mucha gente no está viendo ahora, como no lo vieron antes
entre 2009 y 2012, es que este accionar contra el PRD en realidad es un grave
atentado a la democracia dominicana porque aquí la víctima aparente es el PRD
pero la intención criminal se extiende a todo el sistema político y los
procedimientos democráticos. Tampoco
parecen darse cuenta de que esa farsa contra Hipólito y los demás tiende la cama
para situaciones extremadamente peligrosas. Si alguien necesitara evidencia de
la ruina y la bancarrota total del sistema de partidos en dominicana solamente
tiene que echarle una ojeada a este expediente. Y, si esta sociedad, en
presencia de lo que se avecina, concluye que nada tiene que esperar de ese
sistema de partidos, dejo a cada uno en libertad de imaginarse lo que quiera si
es que son capaces todavía de usar la imaginación.
Los partidos políticos todos, aunque se
trate de una situación aparentemente “interna” del PRD debieron haber dejado oir
su voz alertando al país y responsabilizando a la JCE y ese tribunal superior de
las implicaciones y consecuencias de las ilegalidades en que continua
incurriendo, al menos, para que mañana, cuando tengan que responder, no puedan
alegar ignorancia.
A Leonel no le importa, en el manejo de
esta situación, la impopularidad del juicio y la sentencia contra Hipólito, su
ilegitimidad, ni nada de eso. Solamente se interesa por los ritmos, los tiempos
y la legalidad, o si se quiere, por la apariencia de legalidad del
procedimiento. Es él, Leonel Fernández, quien necesita descuartizar al PRD como
instrumento de gestión política y opción de poder. Es Leonel quien necesita
castigar a Hipólito por haberlo amenazado con llevarlo a los tribunales. Es
Leonel quien necesita un PRD inutilizado contra el cual pueda competir en 2016
si es que de aquí a allá los procedimientos judiciales nacionales e
internacionales en su contra se lo permiten. Es Leonel quien necesita que,
cuando las calles se calienten contra el
gobierno del PLD de Danilo, como en efecto se van a calentar, el pueda disponer
de los muertos que le harán falta para facturar a la cuenta de Danilo mientras
este –esa es la idea- se vería obligado a negociar con quien tiene la franquicia
pero no la capacidad de convocatoria.
Los acontecimientos dentro y alrededor
del PRD de este lunes 14 de enero de 2013 no son ni expresan una situación
interna de ese partido. Por el contrario, resultan de una sorda lucha de poder
que se está expresando de esta manera y es una lucha de poder donde los que
aprecian, defienden y luchan por la
democracia dominicana tienen mucho que ver y que perder aunque, paradójicamente,
no lo vean ahora.
Todo lo anteriormente expuesto es aun
más relevante por las características del PRD y algunas de sus incompetencias.
En presencia de los hechos acaecidos en el PRD el día lunes 14 de enero de 2013
me comentaba un amigo: “El PRD está haciendo exactamente lo que sus enemigos
esperaban que hiciera” y añadió sombrío:
“yo no creo que el PRD pueda superar la situación que vive ahora” y a lo
anterior añado:
“La situación creada en el PRD ya dejó
de ser un asunto interno de ese partido para convertirse en un problema muy
serio del presente y del futuro democrático dominicano. Que la torpeza de ese
partido y la miopía de tantos dirigentes en otros no alcance a verlo, es
solamente una falta nuestra no una imperfección del esquema”.
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