miércoles, 23 de enero de 2013

Cuatro años después, van a la justicia involucrados en muerte de Batista Checo y Cecilio Díaz

 



Con mucho orgullo, el cuestionado jefe policial ofreció en persona la noticia: “Tenemos en este momento a equipos de la policía nacional cercando a dos de ellos y hay enfrentamientos. En estos momentos nosotros estamos de camino hacia allá”.
Del caso quedaron muchos cabos sin atar. Uno de ellos fue la “fuga” del supuesto secuestrado Eduardo Baldera. La evasión, narrada por él mismo, necesitó de un simple “palito” para producirse, pese a las afirmaciones de Guzmán Fermín de que éste había sido rescatado por la policía. Las contradicciones entre ambas narraciones crearon serias dudas en la opinión pública.
Y todo hubiese estado muy bien; pudo haber sido uno más de los tan cuestionados “intercambios de disparos” en los que la policía decide sobre la vida de las personas. Pero el protagonismo de Guzmán Fermín en los medios de comunicación, anunciando que los vinculados al supuesto o real secuestro habían muerto en un intercambio de disparos, fue desmontado cuando el periódico quisqueyadigital.com publicó las fotos de William Batista Checo en el momento de ser apresado, sano y salvo, por la patrulla a las órdenes del jefe policial.
Las dudas y preguntas sin respuestas que rodeaban el caso se profundizaron y el descreimiento se impuso. Fue necesario determinar los hechos, y desde la Procuraduría General de la República se nombró una comisión que los investigaría. Los resultados de la misma fueron concluyentes.
“La versión emitida por los integrantes de la patrulla de la Policía Nacional, en el sentido de que en fecha 10 del mes de octubre del año 2009, se produjo un intercambio de disparos en el Callejón de los Artiles, del Paraje Baitoa, del municipio de Villa Vásquez, entre los agentes policiales y los señores William Jesús Batista Checo y Cecilio Díaz, no se corresponde con la verdad porque esos señores fueron apresados vivos”, decía el informe.
Es decir, el informe confirmó que Guillermo Guzmán Fermín mintió al país cuando dijo que Cecilio Díaz y William Jesús Batista Checo murieron en un enfrentamiento, cuando la verdad es que fueron apresados vivos por los alcaldes de Villa Vásquez y Los Conucos, y entregados a la policía.
Para los comisionados de la Procuraduría, la cuestión estuvo muy clara: “No es posible que se halla producido el citado enfrentamiento a tiros, porque los dos integrantes de la banda de secuestradores que tenían bajo cautiverio al joven Baldera estaban arrestados, esposados y desarmados”.
Así las cosas, se recomienda el sometimiento a la justicia del teniente coronel de la Policía, Alberto Trejo Pérez, y los mayores de la misma institución, Jesús Rafael Tejada Tejada y Franklin E. Santana Martínez, así como los segundo teniente José Luis Peralta Valentín, Catalino de Jesús Pérez y el alférez de navío Ramirito Dome Nina, no así de quienes impartieron la orden de la ejecución.
Hay que recordar que Guzmán Fermín, cumpliendo órdenes del entonces presidente Leonel Fernández, ascendió de rango a los “héroes” que participaron en el “intercambio de disparos” en el que ejecutaron a Batista Checo y a Díaz. El general Hernández Méndez, quien participó en la investigación de la Procuraduría, no corrió la misma suerte y fue cancelado.
Casi cuatro años después, la Procuraduría General de la Republica presenta formal acusación contra los policías involucrados, fundamentada en el expediente que incluye el resultado de las investigaciones de la comisión designada en aquel momento para esclarecer las circunstancias del hecho. Sin embargo, quien habría dado la orden de ejecución no es mencionado; es decir, Guzmán Fermín.
Del caso quedaron muchos cabos sin atar. Uno de ellos fue la “fuga” del supuesto secuestrado Eduardo Baldera. La evasión, narrada por él mismo, necesitó de un simple “palito” para producirse, pese a las afirmaciones de Guzmán Fermín de que éste había sido rescatado por la policía. Las contradicciones entre ambas narraciones crearon serias dudas en la opinión pública.
Nunca se supo a ciencia cierta la realidad de lo sucedido. Habrá que esperar que esta vez salgan a la luz los puntos oscuros de una historia que, por lo inverosímil, rayó en lo absurdo.

No hay comentarios: