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SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Desde hace varios años, reputados
profesionales de la economía y los negocios advertían sobre la
insostenibilidad de las finanzas públicas debido a los recurrentes y
crecientes déficits fiscales que se venían generando desde el año 2008.
La crisis de las materias primas ocurría en el mismo año de las
elecciones presidenciales donde el pasado Presidente de la República
logró la reelección subsidiando los bienes y servicios que aumentaban de
precio en los mercados internacionales.
Bajo la tesis electoralista del blindaje económico, el déficit del
sector público consolidado pasó de RD$23,192 millones en 2007 a
RD$69,788 millones en 2008. Esta cifra era tres veces superior a la del
año anterior. Como porcentaje del PIB, el déficit pasó de 1.7% a 4.4%.
Al referirse a este resultado, el economista e historiador Bernardo Vega
señaló que: “la reelección había desguañangado la economía”.
El Déficit del Sector Público Consolidado (DSPC) se obtiene al sumar el
resultado del Sector Público No Financiero (SPNF) y el Sector Público
Financiero (SPF), compuesto esencialmente por el déficit cuasi-fiscal
del Banco Central.
Balance del Sector Público Consolidado (2007-2011 y proyección 2012)
(En millones de pesos)
(En millones de pesos)
Fuente: Elaboración propia en base a Digepres y Bancentral.
*Proyección 2012.
Durante 2009, 2010 y 2011 se mantuvo la misma tendencia deficitaria en
términos reales. El DSPC fue creciendo cada año desde RD$74,214 millones
en 2009; a RD$77,318 millones en 2010; y RD$85,301 millones en 2011.
Como porcentaje del PIB, los resultados anteriores representaron 4.4%,
4.1% y 4.0% respectivamente.
La mayor parte del DSPC la representa el déficit del SPNF. El resultado
del SPF, como porcentaje del PIB, se mantiene sin grandes variaciones
debido a la reducción del pago de intereses de los certificados del
Banco Central.
Sin embargo, durante el presente año el DSPC podría alcanzar niveles
nunca antes vistos. La proyección del déficit del SPNF para 2012 ronda
los RD$110,000 millones. Al sumar a este resultado el déficit del SPF
(alrededor de RD$25,000 millones) obtenemos la suma de RD$135,000
millones, equivalente a 5.9% del PIB.
Los temores respecto a un nuevo ajuste tributario se hicieron realidad.
El presidente Medina propone un pacto fiscal, designa una comisión de
funcionarios gubernamentales para tales fines y convoca al Consejo
Económico, Social e Institucional (CESI) para consensuar con la sociedad
civil organizada la estructura fiscal que sustituirá a la actual.
A menos de 24 horas de producirse la primera reunión del CESI, el
gobierno anuncia la posposición indefinida de la convocatoria alegando
que previamente debe hacer una consulta al Fondo Monetario Internacional
(FMI) debido a que el pacto fiscal estaría bajo el marco de un acuerdo
con dicho organismo crediticio.
El legado fiscal: una maleta llena de facturas
El Presidente Danilo Medina tomó posesión el pasado 16 de agosto en
medio de una delicada situación fiscal. Durante el periodo enero-julio
2012 el gobierno había ejecutado el 71.48% del total de gastos
presupuestados para todo el año. Los ingresos totales sólo habían sido
ejecutados en un 53.82%.
El déficit presupuestario estimado originalmente en RD$22,444 millones
para todo el año, en siete meses alcanzaba los RD$78,220 millones para
un incremento de 348.52%. Esto refleja la extraordinaria expansión del
gasto público propia de los ciclos electorales.
Los gastos corrientes habían sido ejecutados en 62.51%. Dentro de esta
partida, destacan gastos de consumo por RD$73,522 millones y las
transferencias corrientes en RD$63,053 millones, equivalente a 59.09% y
68.25%, respectivamente.
Donde la irracionalidad fiscal alcanza su máxima expresión es en la
ejecución de los gastos de capital. A julio de 2012 se habían ejecutado
RD$93,837 millones, equivalente al 97.38% del presupuesto vigente.
Dentro de esta partida, la inversión real directa era de RD$73,948
millones. Este resultado era superior en RD$2,820 millones a lo
presupuestado.
Estado Ahorro-Inversión-Financiamiento
Enero-Julio 2012 (En millones de RD$)
Enero-Julio 2012 (En millones de RD$)
Fuente: Elaboración Propia en Base a Digepres y DGII.
La inversión real directa tenía un nivel de ejecución de 103.96%. Esto
significa que el gobierno para el resto del año se quedó sin recursos
para obras de infraestructura, sólo le queda recurrir a más
financiamiento. Es decir, emitir nuevas facturas.
El nivel de endeudamiento requerido para construir obras de
infraestructura pública es insostenible. Durante el periodo
enero-julio, la ejecución de la deuda interna era de RD$21,311 millones,
equivalente al 73.20%.
A pesar del ritmo de crecimiento de la deuda interna, el vice-presidente
de las Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE)
anunció que el gobierno se endeudaría con un pool de bancos locales en
US$500 millones adicionales para pagar las facturas vencidas con los
generadores eléctricos.
Estos resultados evidencian el nocivo efecto que los ciclos electorales tienen sobre el bienestar de la sociedad.
Referente Histórico
Este difícil panorama fiscal trae a la memoria los acontecimientos que
vivió el país durante el año 1990. El presidente Joaquín Balaguer impuso
su reelección mediante la expansión del gasto público disparando los
agregados macroeconómicos y generando la mayor crisis económica del
país en términos de su impacto sobre el Producto Interno Bruto (PIB).
La inversión en construcción de la administración 1986-1990 provocó la
crisis económica de 1990. Al final del cuatrienio, la inversión en
infraestructura pública era casi diez veces mayor que al comienzo. El
crecimiento del gasto público generó un déficit fiscal inmanejable que
se financió internamente con crédito del Banco Central.
La oferta monetaria medida a través del Medio Circulante (M1) subió de
RD$1,639.1 millones en 1985 a RD$8,304.8 millones en 1990. Al cierre de
la década, la economía dominicana estaba inmersa en una de las crisis
más grandes de su historia con una tasa de crecimiento económico
negativa de 5.5% del PIB y la inflación anualizada alcanzaba el 80%.
Indicadores Económicos Seleccionados 1986-1990(En millones de pesos)
Años
|
Construcción*
|
PIB Real
|
M1
|
TCO**
|
Inflación
|
1986
|
399.0
|
3.5%
|
2,503.3
|
2.91
|
4.4%
|
1987
|
1,281.6
|
10.1%
|
3,102.6
|
3.85
|
22.7%
|
1988
|
2,068.6
|
2.2%
|
4,694.9
|
6.15
|
55.8%
|
1989
|
2,892.7
|
4.4%
|
5,911.7
|
6.97
|
34.6%
|
1990
|
3,685.4
|
-5.5%
|
8,304.8
|
11.13
|
79.9%
|
Fuente: Bancentral*Inversión Pública en Construcción** Tipo de Cambio Oficial (RD$/US$)
En
un esfuerzo por buscar solución a la crisis, representantes de
diferentes sectores de la sociedad iniciaron conversaciones, con la
mediación de la Iglesia Católica, que culminaron con la firma del Pacto
de Solidaridad Económica (PSE).
La firma de este acuerdo estuvo precedida por encuentros entre
empresarios, sindicatos organizados y el gobierno en la sede de
Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) en la capital.
Contó con la efectiva participación del rector de esta institución
académica quien priorizó por el consenso entre los participantes.
El PSE contenía dos tipos de reformas: 1) reformas estructurales o
cambios de largo plazo; y 2) políticas de estabilización de corto plazo
destinadas a reducir la inflación y relanzar el crecimiento
económico. Las reformas comenzaron a ejecutarse luego del pacto
alcanzando mayor éxito las políticas de estabilización de corto plazo.
Las reformas acordadas en el PSE estuvieron fundamentadas en las
recomendaciones de organismos internacionales y de economistas locales
respecto de la necesidad de cambiar el modelo económico que prevalecía
hasta entonces.
El cambio de un modelo anclado en el esquema de Industrialización por
Sustitución de Importaciones (ISI) por otro más abierto al comercio
internacional permitió que la economía dominicana tuviera una importante
senda de expansión del PIB por más de una década.
El Código Tributario aprobado en 1992 fue resultado del nuevo modelo
económico y social. Se mantuvo sin grandes variaciones por casi una
década hasta que la entrada en vigencia de los acuerdos de integración
comercial obligó al rebalanceo de los aranceles con los impuestos
internos.
El nuevo desafío
El Código Tributario fue una consecuencia del cambio de modelo, no la
causa. Posteriormente, los “parches tributarios” han distorsionado los
principios del sistema tributario dominicano.
El desafió fiscal actual consiste en aprender de los aciertos y errores
de nuestra historia institucional. La piedra angular del pacto fiscal
propuesto por las autoridades debe ser el cambio en el modelo económico y
social vigente.
En esta oportunidad, la apuesta debe ser por un modelo que realice
cambios en ambos lados de la ecuación fiscal. No se puede pedir a la
ciudadanía mayores sacrificios sin que el gobierno mejore la calidad del
gasto público. La mejora en la calidad del gasto debe ser parte
integral del pacto con indicadores específicos que permitan a la
ciudadanía medir el esfuerzo oficial.
La mejor forma de lograrlo es mostrar mayores niveles de apertura y
capacidad de diálogo social que las que tuvo la administración anterior.
El presidente Medina es percibido como un político perseverante,
respetuoso y frugal. Su carácter podría coadyuvar a un pacto económico y
social que inaugure un nuevo modelo de desarrollo.
Basta con emular los principios fundacionales de su organización
política, específicamente aquellos atributos por los cuales pasó a la
inmortalidad ética y política el profesor Juan Bosch, cuyo legado debe
ser rescatado cuanto antes.
El nuevo reto fiscal debe ser enfrentado con un mayor grado de pulcritud
en el manejo de los recursos públicos. Una sociedad basada en derechos
comienza con el respeto a los contribuyentes mediante un mejor uso de
los ingresos tributarios y un mayor compromiso con el desarrollo humano.
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