lunes, 16 de junio de 2008

CUANRTAS MENTIRAS, ALEJANDRINA



Educación defiende calidad desayuno


La Secretaría de Educación defendió hoy la calidad del desayuno que se sirve en las escuelas públicas.
Afirmó que el desayuno escolar cuenta con un riguroso proceso de supervisión a cargo de la Dirección General de Bienestar Estudiantil a través de un convenio con el Instituto de Innovación en Biotecnología e Industria (IIBI).
Ese sistema de supervisión controla los procesos de producción, distribución, manipulación y consumo de los alimentos que se sirve a los niños, indicó Educación.
Además, incluye un análisis físico-químico y de controles microbiológicos.
En un documento entregado en rueda de prensa y denominado “La Verdad sobre el Programa de Alimentación Escolar”, la secretaria de Educación, licenciada Alejandrina Germán, destacó que la Dirección General de Bienestar Estudiantil es la instancia técnica que tiene a su cargo garantizar la calidad de esos alimentos, mediante las evaluaciones higiénico-sanitarias de las plantas y los productos que se utilizan.
Aseguró que se realizan análisis físico-químicos y microbiológicos a las muestras de materias primas y a los alimentos que se sirve a los estudiantes y se ejecutan programas de capacitación a los supervisores del programa.
Esos análisis se hacen por lo menos cuatro veces durante el año escolar, “y si una planta procesadora de las que suplen presenta problemas miicrobiológicos, mediante notificación, la empresa es suspendida y se le instruye a ponerse en contacto con el IIBI para recibir las orientaciones adecuadas que permitan corregir el problema, dándole un plazo de diez días para normalizar su situación, y someterla a una nueva evaluación”, dijo.
La secretaria de Educación explicó que en el denominado Programa de Alimentación Escolar (PAE) urbano marginal, se sirve un pan o bizcocho de dos onzas, elaborado con harina de trigo y harina de maíz fortificada y otros componentes nutricionales y una porción de leche de 200 a 236 mililitros.
En el caso de la leche, agregó, debe responder a los estándares establecidos por la Secretaría de Educación, que son de 3.3 por ciento de proteínas, equivalentes a 8 gramos y 2.2 de grasas, equivalentes a 5 gramos, según los requerimientos del Fondo de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (Fao).
Germán aseguró que “si los resultados nutricionales reportados por el IIBI están por debajo de los estándares establecidos por la SEE, se le notifica por escrito a la empresa para que se ajuste a las normas previamente establecidas por esta institución; de lo contrario se suspende el suministro de alimentos por parte de la empresa implicada”.
Aclaró que la relación de la Secretaría con los suplidores se establece a través de un contrato donde se describen las responsabilidades de las partes.

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